Dichas ayudas, explicó Nacho Hernando, son una medida del Programa de Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha cuyo objetivo es «aumentar la superficie forestal con especies arbóreas autóctonas y, así, evitar problemas erosivos, además de contribuir con el medio ambiente».
Los beneficiarios de estas ayudas son los titulares de los terrenos que habían realizado una primera forestación en tierras agrarias, siempre que lo soliciten anualmente y durante los años que les corresponda: cinco si son de mantenimiento y veinte si se trata de una prima compensatoria.
Para las solicitudes del año 2016 se prevé un gasto de 13 millones de euros para los compromisos de las ayudas concedidas anteriormente. En esta anualidad se atenderán las solicitudes de 6.789 propietarios de estos terrenos.
Fuente: La Tribuna